Experiencia de engaño con GetItOn (mujer, 40 años)

La idea de visitar un portal de encuentros sexuales nació improvisadamente. Había organizado mi fiesta de cumpleaños con seis amigas.

No se cumplen cuarenta años todos los días. Gracias a Dios no era la primera que llegaba a esta edad. Bebimos vino con dulces pero el punto divertido no llegaba.

Claudia estaba con los retazos de su segundo matrimonio porque Rafael la había engañado por enésima vez. Elisa se había echado ya a la espalda la también enésima relación con un consabido macho y juraba que no quería tener más relaciones con hombres.

Victoria vivía por otro lado de manera promiscua y no pensaba estar en su vida un tío, más de cuatro meses. Y Sandra se reía todo el tiempo mientras hablábamos y compartíamos nuestras técnicas en las relaciones.

Al final, Sandra estableciendo una expresión de conspiración, comenzó a hablar de la confianza. Vivía un matrimonio basado en la confianza entre ambos con Juan Luis desde hacía más de 15 años.

Sin embargo, decía, de vez en cuando una escapada a espaldas de la pareja es la sal de la vida porque si no se convertía en algo verdaderamente aburrido. Por otro lado, sabía desde el principio que los hombres, a pesar de todas las bonitas promesas que hacen, nunca son fieles, sino que siempre están a la búsqueda del próximo trofeo.

Todas podíamos confirmarlo. Solo le preguntamos de dónde procedían todos esos amantes. Sandra nos lo explicó mientras bebíamos otra botella de vino. ¡Visitaba de vez en cuando un portal de encuentros sexuales en Internet! Debo aclarar que finalmente llegó el entusiasmo a mi fiesta y a todas nos brillaron los ojos de ganas.

Sandra nos contó cómo conoció GetItOn, un sitio de encuentros sexuales en internet donde había encontrado el hombre que había sabido excitarla en una habitación de un hotel. Era un hombre de negocios de no sé donde que se lo montaba muy bien en la cama.

Laura movía la cabeza como si fuera algo inaudito y pensó probablemente en su marido, de verdad una ruina. Eróticamente ¡era peor que un cero! Por qué se había casado con él, era algo que se nos escapaba. Aunque también estaba claro que una aventura no era algo a lo que Laura fuera a estar adaptada. Para Teresa, sin embargo, ni siquiera habíamos notado que estaba en silencio pero era toda oídos.

Le preguntamos a Sandra que experiencias había tenido. Nos habló de una buena cena, de un hotel de primera clase y de una noche romántica. Su marido iba por libre. Todas nos reímos imaginando a su marido. El “engaño” no era una palabra que él conociera. “Quién sabe, quizá también él es miembro de GetitOn!“ mencionó Laura insatisfecha. Estaba claro que no era una mujer para tener una aventura.

Pero yo sí. Sin embargo, no les dije a las demás que quería concluir mi cuarenta cumpleaños emancipándome en este campo. Pedro me había confesado un engaño seis meses antes y estaba profundamente herida.

Con el tiempo, le creí cuando me dijo que había terminado, pero eso no cambiaba el hecho de que yo quería vivir uno también. Quien es infiel puede esperarse lo mismo de su pareja, me decía a mi misma. Busqué por la noche la página de encuentros sexuales GetItOn y me consideré, por una vez, libre.

Allí había solo personas simpáticas que, exactamente como tu y yo, tienen relaciones normales y que entran simplemente por curiosidad. De modo anónimo y discreto se puede empezar con un intercambio de pareja, observar a una pareja y al final participar o comenzar una aventura ardiente. Se rellena simplemente un formulario online y se reciben propuestas con fotografías. Me gusto rápidamente un tío de ensueño, que se hacía llamar con el pseudónimo de Anti.Rebelde.

Su sonrisa era muy simpática, vivía en mi región pero no en la misma ciudad. Mentalmente estaba preparada para el engaño y me imaginaba diversas escenas donde habríamos quedado y lo habríamos podido hacer- aunque todavía mantenía la distancia. Además, las situaciones y los juegos mentales eran bastante estimulantes y me volvían a la mente tantas veces como quería.

Durante la siguiente visita al portal, ya estaba decidida. Pensé en la experiencia positiva de Sandra y decidí probar una vez para experimentarlo. De la experiencia con el engaño quería aprender a conocer más a los hombres.¡En particular al mio! Sin embargo ocurrió algo totalmente distinto. Descubrí realmente en Get it On un antiguo compañero de clase que en su dia me pareció muy atractivo. Me procuré una coartada y quedé con Jorge, que ahora se acordaba muy bien de mí.

Quedamos en un restaurante muy agradable y luego reservamos una habitación en un hotel de primera clase. Fue verdaderamente excitante y no tenía, sobre todo, ningún sentimiento de culpa porque con mi pareja no era así desde hacía mucho tiempo. Entonces pensé que este no era ni su primer ni su último engaño en Get It ON y gozamos del momento. Un año después, Jorge me pidió que me casara con él.

Me pregunté durante mucho tiempo si podía fiarme de un hombre que buscaba a sus amantes en un portal, pero al final reconocí no ser mucho mejor que él. Decliné su propuesta y le comenté que seguiríamos siendo amantes – o en cualquier caso, un engaño que esperaba que continuara. También mi marido Pedro, en seguida buscaba una excusa o razones laborales para marcharse y yo ponía excusas para visitar entonces a mi hermana. Con Jorge iba todo muy bien realmente, así que por el momento, no necesitaba otra experiencia de ese tipo. En el futuro, no puedo asegurar nada.

Si, al final, una escapada ocasional te devuelve la felicidad o hace bien a una relación duradera, todo el mundo debería probarlo. Nuestra visión tradicional sobre la fidelidad eterna ya no coincide con la realidad. Las relaciones hoy son efímeras, ya no permanecemos juntos incondicionalmente por los hijos y la variedad sexual es deseada en muchas relaciones. Si es cierto que somos todos diferentes por lo que debemos poner GetItOn en nuestra vida.

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