La experiencia de una aventura con C-Date (mujer, 30 años)

Tengo 30 años y hace diez años que estoy casada. Quiero a mi marido como al principio, pero en nuestra vida amorosa, sin embargo, algo ha cambiado. Inicialmente era muy apasionado y no se cansaba nunca.

Con el tiempo, no le daba importancia a probar cosas nuevas y a vivir frecuentemente más experiencias sexuales. Yo, por el contrario, en este aspecto, soy muy curiosa. Mis propuestas, como ir alguna vez a un local de intercambio o probar a hacerlo al aire libre, por principio, no las tenía ni en consideración.

Hoy, con mis 30 años, me siento más atractiva e independiente que nunca. Al principio, tenía con frecuencia complejos por mi aspecto. Sin embargo, con el tiempo, decidí que me encantaba vestirme de manera provocativa.

Aunque por otro lado no quería dejar a mi marido. Mi mejor amiga, que sabía mi complicada situación, me aconsejó una vez que probara a tener una aventura. Desde el principio, considere positivamente este consejo además de absolutamente fascinante.

Página de "aventuras" galardonada

Adultfriendfinder Logo

En AdultFriendFinder encontrará una aventura pasional

 

Discreto y seguro

Alto porcentaje de mujeres

Más de 75 millones de miembros

Encuentre su affaire ❱❱
De todos modos, no sabía como encontrar un hombre atractivo y agradable para vivir una escapada. Es cierto que en cualquier pub misero hay miles de hombres totalmente dispuestos a engañar con amigos. Por mi experiencia en la “aventura” no quería un tipo traicionero, sino un hombre que de verdad me pudiera excitar.

En un momento dado, visité la página web de C-Date. C-Date pone en contacto a hombres y mujeres que desean conocerse para tener una relación adúltera o una aventura.

Por ello, está claro desde el principio que todo se basa en la posibilidad del engaño y que no quieren ataduras de ningún tipo entre ambos. Con otras páginas de citas, ocurre que casi siempre se acaba con un compañero fijo. Naturalmente, ¡yo no lo deseaba en absoluto! Por eso me inscribí en C-Date. Afortunadamente, trabajo desde casa, mientras que mi marido está en su oficina. No debía por tanto preocuparme que pudiera sospechar de algo.

C-Date me gustó mucho desde el principio. El sitio crea ya una atmósfera realmente agradable y sentí un primer hormigueo pensando en mi primera noche ardiente. Hice clic en los perfiles masculinos que daban una impresión notablemente interesante.

De pronto llegué a un perfil muy particular: alto, 1,90, fuerte, cabello y ojos oscuros. Siempre me habían gustado los hombres altos con los ojos negros, así que sin pensarlo mucho, le envié un simpático email. No esperaba mucho, antes de recibir un email de respuesta. Escribía de un modo muy culto, con una buena elección de vocabulario y una escritura sin errores ortográficos. He de aclarar que yo estudié Filología Hispánica y valoro mucho la capacidad lingüística.

Mi contacto se presentó con el nombre de “Marcos”. Tenía 39 años, era asesor de empresas independiente y también estaba casado. Me escribió que su mujer ya no tenía mucho deseo erótico desde el nacimiento de su hija y que no podía soportar más esta situación. Nos escribimos largos emails durante tres semanas, al principio inocentes, después pasionales y eróticos. Mis emociones eran cada vez más fuertes hasta convertirse en insoportables y no pude hacer otra cosa que pedir a Marcos que nos viéramos. Él aceptó rápidamente y fijamos nuestra cita para el domingo siguiente.

Afortunadamente, Marcos vivía en Pamplona y podíamos encontrarnos allí, sin tener que hacer otro viaje. Le dije a mi marido que había quedado con mi mejor amiga. Obviamente, esa era mi intención si le hubiera tenido que llamar cuando estaba con Marcos. Quedé con él en mi bar preferido de Pamplona. Antes de nada quería conocerlo, para comprobar si la química entre nosotros funcionaba realmente y si me sexto sentido no se equivocaba. Así fue, mi presentimiento realmente no se había equivocado. ¡Casi me quedé sin respiración cuando le vi sentado en el café! Parecía siniestro, muy deportivo y bien vestido. Me dirigí hacia él a pesar de mis rodillas temblorosas y me senté a su lado en la mesa. Cuando me vio, sonrió. Y así comenzó nuestro excitante engaño que continua aun desde entonces.

 

¿Te ha gustado esta crónica sobre la experiencia con C-Date? ¡Envía tu experiencias con tu amante. Te lo ofrecemos gratuitamente y de manera anónima! Nuestra dirección de email es team [-at-] iltradimento.com.

 

 

SUGERENCIA: ¡Lee nuestra relación con C-Date o busca ahora una aventura en C-Date!